
Chula, ¿eh? ¿Cuantos años le echas? Parece muy usada, ¿verdad? Y si te digo que la sartén es de mi abuela, ¿me crees? Seguro que ya te estás imaginando un domingo de mayo:
“el sol entra por la ventana de la cocina, mientras la abuela está haciendo la masa de las tortas de bacalao. Tú te encuentras en el patio, blanco y plagado de flores. Ahora no hueles nada, pero pronto un suave aroma comienza a inundar el patio. Se te hace la boca agua y vas a mirar por la ventana. Allí la ves, tranquila, friendo las tortas una a una en una sartén robusta y oscura, que seguramente heredó de su madre pero sigue resistiendo el uso diario. Entonces, te suena la tripa y se empieza a reír la abuela, sin mirarte. Sabe que estás ahí. Coge la fuente con una tanda de tortas y se dirige al patio por la puerta de la cocina. Tan rápido como te das la vuelta ya está ella allí, sonriendo y ofreciéndote dos; porque con una rueda no anda un carro.”
Seguro que te suena esta historia. Sobre todo si vives en Andalucía y tienes como mínimo 22-25 años. Los tiempos han cambiado mucho y la tecnología y los materiales en la cocina también. No obstante, hay algo que nunca falla: los materiales naturales y elementales. No, esa sartén no es de mi abuela, es mía. Es todo una mocita, tiene solo 3 años y, a pesar del uso continuado que le doy, está de muy buen ver.
Vivo en un piso de estudiantes, así que ya os podéis imaginar cómo estaba la batería de cocina cuando llegué… Echa mistos. Después de un año lidiando con ella y cansada de que se me pegase toda la comida, gastando cuidaito’, me decidí a comprarme una sartén. Pero no cualquiera, una en condiciones, que fuese un todoterreno, y que no me costase un ojo de la cara; que era estudiante y el dinero de la beca da para el piso y poco más.
Así que tras mucho leer, leer y leer. Me decanté por la sartén negruzca que ves aquí.

¿Por qué una sartén de hierro?
Me decanté por el hierro principalmente por dos motivos:
- es un gran conductor del calor, por lo que una vez alcanzada la temperatura óptima, puedes bajar el fuego sin problemas que mantendrá la misma temperatura de cocción de forma constante. Esto significa un ahorro de electricidad importante, porque aunque no nos demos cuenta… La vitrocerámica gasta… E igualmente, si tienes hornilla de gas (mi preferida), ya sabéis que el gas sube y baja como le da la gana.
- es un material natural, sin aleaciones ni tratamientos químicos. Esto me transmite mucha confianza porque por mucha durabilidad que le den a las sartenes antiadherentes y al polémico teflón… Tienen sus días contados, mientras que con las de un material natural, tienes un pedazo de sartén para toda la vida. Ojalá haberla heredado de mi abuela y ahorrarme las pelillas, jiji.
¿Por qué de la sartén de hierro mineral b de Buyer?
Sinceramente, por el precio. Tiene todas las cualidades de una buena sartén a un precio muy competitivo.
Está fabricada por la empresa De Buyer, que como ya te puedes imaginar, es una empresa familiar francesa que lleva haciendo estos y más cacharros desde 1830. Su fama no deriva solo de la calidad de sus productos, sino por su competencia. Son capaces de ofrecer una gama profesional de cacharras, cacharros y cachivaches a cocinillas domésticos como tú y como yo a precios adaptados para cualquier bolsillo.
Pero, si no tiene teflón, ¿se me pegará la comida?
Mmmmmmmmmm… No. Por muy despitad@ que seas en la cocina, no se te pegará. Al día de hoy, a mi aún no se me ha pegado nada. Creo que viniendo de mí esto es una garantía, porque como ya sabréis si me seguís, caña le doy a todos mis cachibaches de cocina.
Lleva un recubrimiento de cera de abeja, que la dota de antiadherencia de forma natural (ecológico, que ahora está muy de moda)… Pero sin duda, el mejor tratamiento antiadherente es… ¡Usarla mucho! Sí, utilizarla una y otra vez hasta que se te forme esa capa oscura, que de verla mi madre, le metería con la nana a muerte hasta dejarla brillante como la plata y rayada como las mesas del cole. Esa capa negra hace que no se pegue na’ de na’, por muy empanao o empaná que nos levantemos ese día. Se forma de forma natural entre uso y uso, lavado y lavado, capita de aceite y capita de aceite.
Ojo, aunque cuando la compres en la etiqueta diga que no se pueden usar alimentos ácidos porque aparecen manchas blancas, no te preocupes. Lo que ocurre cuando usas vino blanco o tomate, es que el ácido se lleva parte de la capa antiadherente que hemos creado con el uso. ¡Shhhh! Antes de que pongas el grito en el cielo e invoques a Dios y todos sus santos, debes saber que no pasa absolutamente nada. Cuando vuelvas a cocinar, se volverá a formar esta capa y santas Pascuas. Venga, suelta el aire.

Cuidaito con mi niña (la Sartensita).
A estas alturas de artículo seguro que ya has hecho una búsqueda rápida en Google y has escuchado historias sobre rituales de curación, lavado y cocinado… Pues siento decirte que esos rumores son veeeerdad. It’s true.
Los llamo así porque encontrarás artículos bíblicos sobre cómo usarla y curarla. Pero lo siento amigos, Moisés no dejó grabado en piedra los 3 mandamientos de la sartén De Buyer. Así que os voy a resumir en 3 líneas lo que a mí me funciona (que soy floja un rato).
Los 3 mandamientos:
- Antes del primer uso, nuevecita, la pondrás a fuego bajo con dos dedos de aceite encima (sí, puede ser girasol, que es más barato). La dejaremos calentar 5 minutos e iremos subiendo el fuego progresivamente hasta que esté alto. Cuando el aceite empiece a hervir, lo dejamos 2-3 min y listo. Esperamos a que temple un poco, retiramos el aceite y lavamos la sartén con un estropajo suave y agua caliente. Después, secamos con papel de cocina y restregamos un poquito de aceite por todo el interior para que no se oxide. Lista para cocinar. Venga ahora fríe unas patatillas y pruébala…
- Cuando vayas a cocinar en ella, repite siempre la misma secuencia. Primero la pones a calentar a fuego bajo 5 min, para que coja calor. Luego, añades el aceite y la subes a fuego medio. Ya puedes empezar a cocinar sin miedo. Ahora, aplica la intensidad de fuego que quieras.
- Cuando la laves, hazlo siempre con agua caliente y un estropajo suave. No la mates a antigrasa ni detergentes agresivos. El agua caliente será suficiente. Confía. Luego la secas con papel de cocina, le untas unas gotas de aceite por toda la superficie interna y la guardas.
Usos: ¿qué se puede hacer la cacharra?
Prácticamente de TODO. Cuando no tenía más cazuelas buenas, ni sartenes, la usaba para: guisar, freír, saltear, reducir y dorar. Su especialidad son las altas temperaturas, fuegos altos y vivos, en los que dorar carnes y pescados, saltear verduras o freír patatas. Aguanta muy bien la temperatura sin perjudicar su antiadherencia, a pesar de usar muy poco aceite, y no se deforma con el uso. De hecho, es casi como tener una parrilla en casa de lo dorados y tostados que deja los alimentos. Si eres de los que piensa que “a la plancha” no tiene sabor… ¡Cómpratela!
Lo segundo que hice cuando me la compré, fue comprar una tapa y una buena cuchara de madera o espátula de silicona para no rayarla. Así ya podía hacer lo que quisiera con ella. Tanto es cierto, que puedes hasta meterla en el horno sin susto para darle ese golpecito de gratinado o tostado a tus arroces y pastas.
Consejos y recomendaciones.
- La sartén es literalmente una plancha de hierro a la que le han dado forma. Su superficie no ha sufrido ningún tratamiento especial que la revista y la proteja de golpes y humedad, como ocurre con el hierro colado. Por eso, una vez preparado el alimento, no os recomiendo dejar mucho tiempo la comida en ella, porque empezará a oscurecerse esta y puede adquirir un cierto sabor metálico. Esto no es malo, ni dañino para salud, porque somos incapaces de absorber ese hierro. Solo afecta un poco al aspecto y al sabor. Mucho tiempo es una hora dentro de la sartén…
- Cuando hagas pescado o carne en la sartén con muy poco aceite y a alta temperatura, no le des la vuelta hasta que esté completamente sellado, porque estará agarrado a la superficie de la sartén. Si hicieses muchas tandas de carne, que suelta grasa y esta se queda pegada, calienta agua en la sartén y cuando hierva, echa un poco de bicarbonato y rasca con una espátula de madera. Después lávala como siempre con agua caliente, seca y aceitico.
- Puedes usar el aceite que quieras para frotarla. Yo siempre uso AOVE, porque es el mismo con el que cocino y como solo son unas gotas, no voy a entrar en quiebra por eso.
- ¡Ojo al mango! Que quema si el fuego está potente. Ahora existen en el mercado sartenes de esta misma línea con un trozo de madera en el mango para no quemarte, pero… A mí la madera en la cocina… Mmmm… No. Porque para limpiarla es un suplicio, y yo me pringo siempre. Así que trapito o manopla son muy buenas (y baratas) opciones.

Y hasta aquí. Esto es todo lo que tenía que decirte de estas sartenes. Mi intención no es que te compres una, yo no gano nada con eso. Mis objetivos son informarte y sacarte de dudas si estabas pensando en comprarte una sartén y no sabías cual. ¿Y qué gano con ayudarte? Si tú eres feliz con mi ayuda, me visitarás más y yo seré más feliz. Todos ganamos. Eso sí, estas son mis sensaciones y mi humilde opinión, para gustos colores. No hay nada grabado en piedra…
Si os estáis pregunado dónde comprar la sartén, hay multiples tiendas on-line donde la ofrecen. Yo la compré aquí porque leí muy buenas opiniones sobre la página. A día de hoy soy clienta habitual y estoy muy satisfecha con el servicio. No es publicidad, piedad, que ya veo apuntándome con vuestros dedos acusatorios…