¡Hey picantones! Hoy comienza un gran puente y sabéis lo que eso significa, ¿no? ¡Tiempo para hornear! Tiempo para oler y mezclar especias con harinas de toda índole, hundir las manos en la masa, caldear la casa con el calor del horno y crear un hambiente dulce con el intenso olor que de él emana… Lo mejor es la ilusión impaciente de ver cómo habrá quedado y la sensación se satisfacción y plenitud al primer bocado. Dime, ¿eres tú un@ de los mí@s? ¿Sí? ¡Adelante!
¿Conocéis el té chai? ¿Y quién no? Para l@s que no lo conozcan, el té chai se trata de una bebida originaria de la India que consiste en un montón de especias de olor fuerte pero que, cuando se combinan, dan lugar a un sabor fresco y delicado. Entre estas especias destaca el cardamomo, el jenjibre, el clavo, la nuez moscada, la canela y la vainilla, por lo que no es de extrañar que le atribuyan propiedades digestivas, antiinflamatorias y antioxidantes. Pero lejos de eso, nosotr@s aquí lo vamos a usar porque está bueno y punto. Como véis tiene especias de fácil acceso, pero si en algún momento no disponéis de alguna, pues no la ponéis y ya, sin líos. A mi me pasó que tenía caducada la nuez moscada y la hice añadiendo el doble de canela. El resultado fue buenísimo.
Como endulzante podéis usar el que gustéis. Yo uso azúcar moreno y glas, pero también podeís usar de coco, panela, blanquilla… Que ahora están muy de modo pero que al fin y al cabo, son azúcares y si no los usamos con cabeza y precaución, tienen el mismo efecto que el azúcarblanco de toda la vida (ver consejos). Eso sí, para que la crema de chocolate quede melosa y en pomada, recomiendo que uséis el azúcar glas, pues no quedará igual si es granulosa, ya que te irás encontrando tropezones al morder. Tampoco recomiendo usar estevia (nombre comercial). A mi sinceramente no me tira mucho, debido a que está muy edulterada y hay muy poca stevia (nombre de la planta Stevia rebaudiana) en el cacharrito para el dinero que cuesta. Ahora, cada cual con su dinero, es libre de hacer lo que quiera. Más abajo si queréis os recomiendo una fuente de información.
Bueno muchach@s, preparados, listos… ¡YA!
Ingredientes para un molde de 24 cm de diámetro:
- 1 cucharadita de levadura Royal.
- 1 cucharadita de bicarbonato.
- 200 gramos de calabaza asada en microondas (3 minutos a máxima potencia).
- 1 taza y media de desayuno de avena molida (sin gluten para la opción celíaca, ver consejos). Una taza de desayuno son 300 ml, más o menos.
- 2 cucharaditas de canela en polvo.
- 1/2-1 cucharadita de sal en escamas molida (podeís usar sal normal). Depende de cómo os guste de dulce.
- 2 cucharadas de chía. Se remoja en agua (el doble del espacio que ocupe) 3 horas y se tritura.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- 1/2 y un culín más de taza de desayuno de leche de almendras.
- 1/4 taza de desayuno de aceite de oliva virgen extra. No sabe, solo le da textura.
- 1 cucharadita de jugo de limón. A mi me gusta bastante el aroma que le da, así que fui traviesa y le puse 1 más.
- 3/4 de taza de desayuno de azúcar moreno.
- Una pizca de jenjibre molido (opcional). Tampoco estaba en la receta original, pero es que me pirra el frescor que le da a los dulces. Los hace más ligeros.
ingredientes para la crema de té chai.
- Pimienta negra recién molida. Al gusto y sin susto, que no va a saber solo a pimienta, ni va a picar un montón. El picor que le dé dependerá de si le añadís más o menos. Yo le añadí bastante pero porque me parecía que así tenía más alegría. Esto como siempre es ir probando la crema.
- 8 semillas de cardamomo sin vaina.
- 3 clavos de olor.
- 1 cucharada de canela molida.
- 1/2 taza de desayuno de cacao puro sin azúcar y desgrasado. Yo uso la macar Valor.
- 1/2 taza de desayuno de azúcar glas.
- 2 cucharadas de leche de almendras.
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla.
- Media tarrina de 500g de margarina. En mi caso, marca Flora.
- Media cucharadita de sal en escamas molida. Podeís usar sal normal.
¡OJO! Yo uso sal en escamas porque a mi parecer, sala más con menos cantidad de sal y porque tiene un sabor más profunco que la normal de mesa. Es la guinda de cualquier comida y en repostería se nota mucho.
cobertura de chocolate duro (opcional):
Esta parte es totalmente opcinal pero para mi es una forma muy buena de rematar la tarta y además nos da la oportunidad de decorlarla un poco. Cuando se enfríe, esta capa de chocolate quedará completamente dura y debajo permanecerá la crema de té chai jugosa y cremosa. Cada bocado es un crunch y un relametón para recoger la crema de los labios. Yo que vosotros no me lo perdería.
- Una tableta de chocolate para fundir de calidad. ¿Cuánto de negro? El porcentaje de cacao es ya a gusto de los comensales. A mi me gusta que quede bien amargo, pero a mis comensales, no. Usé la tableta para fundir de Mercadona, con muy buen resultado, aunque no es mi favorita.
- Almendras recubiertas de chocolate negro (opcional). Las de Mercadona están muy buenas. Son una buena forma de decorar la tarta y además, si te las comes al final, termina con el cruch de la capa de chocolate. Una forma dulce de terminar el postre con buen sabor de boca, ¿no creéis?
nos arremangamos y… ¡A cocinar!
- Comenzamos mezclando la leche con el jugo de limón en un cuenco pequeño.
- Pelamos y troceamos la calabaza. La cocemos en el microondas a máxima potencia 3 minutos. No sabe igual que si la horneamos, pero se tarda muchísimo menos y no se nota prácticamente en el bizcocho.
- Precalentamos el horno con calor arriba y abajo a 180º.
- En otro grande, mezclamos todos los ingredientes secos del bizcocho.
- Después agregamos la calabaza, el aceite y la vainilla a la leche. Batimos con las varillas de mano un poco.
- Vertemos poco a poco sobre los ingredientes secos y vamos mezclando lentamente con las varillas, introduciendo aire en la masa.
- Cuando todos los ingredientes estén mezclados, si vemos que la masa está muy densa y pegajosa y prácticamente no se puede batir, añadimos un poco más de leche. Batimos enérgicamente. Sí, la masa pesa un montón por culpa de la chía, que absorbe mucho líquido, pero pensad que estáis en el gimnasio, y así os ahorráis ir. Si no váis al gimnasio, ya tenéis un motivo para hacer dulces.
- Cuando la masa esté esponjosa, cucbrimos el molde con papel vegetal y vertemos la mezcla. La metemos al horno a 180º entre 45-50 minutos.
- Para saber si está hecha hacemos la tradicional prueba del palillo: metemos el palillo de pincho y si sale seco, bien, y si sale un poco húmedo, ¡premio! No debe quedar completamente seco o te hará falta mucha agua para bajar el bizcocho. Debe quedar un poco húmedo en el interior, para que esté jugoso, pero tampoco debe salir el palillo chorreando.
- La sacamos, dejamos enfriar un poco el molde y sacamos el bizcocho. Le damos la vuelta y dejamos enfriar sobre una rejilla.
El momento que todos esperábamos, la cobertura.
- Mientras se hornea, preparamos la cobertura. Ponemos la margarina a temperatura ambiente en un bol y batimos hasta que quede cremosa, untable.
- Entonces añadimos el azúcar glás y el chocolate tamizados.
- Añadimos el resto de especias y la vainilla, junto con la sal.
- Vamos mezclando con las varillas, con movimientos envolventes, metiendo aire en la mezcla. Debe quedar esponjosa y manejable. No la metemos en la nevera sino que la dejamos reposar fuera hasta que enfríe el bizcocho, excepto si es verano o hace mucho calor en la cocina.
Montaje de la tarta.
- Cuando el bizocho esté frío, untamos una capa gruesa de crema por todo el bizcocho.
- Si hemos decidido decorar con chocolate negro fundido y las almendras recubiertas de chocolate, fundimos el chocolate a fuego muy lento, troceado en un cazo, sin nada más.
- Si no vamos a haver ninguna forma, ni dibujo especial, vertemos el chocolaye directamente del cazo, caliente sobre la crema en la cantidad y forma que queramos: haciendo un zig-zag, en una mono capa finda de chocolate, en una más gorda…
- En esta ocasió, era Halloween así que hice una telaraña: Ponemos unas cuantas cucharaditas sobre la crema y las esparcimo sobre la crema con unas espátula. Con la ayuda de un palillo de pinchos, hacemos un asterisco grande y vamos haciendo líneas cóncavas para unir los palos, como una telaraña, así de simple.
- Metemos en la nevera y dejamos reposar como mínimo 4 horas para que se endurezca el chocolate y la crema tome consistencia. Está mejor de un día para otro. También se puede comer a temperatura ambiente, si es invierno, esto ya es cuestión de gustos.
consejos y trucos para dejar tumbados a vuestros comensales.
- Sí, yo sé que lo de la chía no te convence, pero cuando la pruebas y ves su efecto en el bizcocho, la usarás siempre. Cuando la trituras tiene exactamente la misma textura del huevo, pero con la peculiaridad de que como retiene mucha agua, cuando horneas el bizcocho, queda muy húmedo y jugoso, y más ligero de lo que piensas.
- No he probado a usar siropes o miel como endulzantes del bizcocho. Ahora, me imagino que con un sirope de dátiles debe quedar brutal.
- El azúcar moreno endulza un pelín menos que el blanco, pero para mí la diferencia es tan sutil, que ni lo noto. Por eso mismo, como nolleva huevo crudo, podeís probarlo y y ver si necesita o no más dulzor.
- Ahora se acercan las navidades, y unas letricas escritas con chocolate deben quedarle fetén. Además de que está buenísimo y es una forma perfecta de lucirse en Noche Buena y Noche Vieja con la familia o los suegros.
- Si váis a preparar esta tarta sin gluten ojo con la avena. No, la avena no tiene gluten pero suele haber problemas de contaminación cruzada (puede haber trazas de gluten), por lo que siempre aseguráos de es sin gluten. Podéis encontrartala fácilmente por internet o en herbolarios.
- Yo en esta receta uso el microondas para cocer la calabaza para ahorrarme trabajo, pero si tienes el horno encendido porque vayas a asar un pollo o cualquier otra preparación, hazle un huequecito pequeñito, que no ocupa nada. En este caso, tendréis que tenerla 30 minutos a 200º. El sabor es mucho más intenso. Ya me contareís.
- Si queréis saber mis más y mis menos con la estevia, os recomiendo que leáis este artículo de Aitor Sánchez, autor del libro Mi dieta cojea.
- Parafraseo una frase de este artículo que me parece muy buena: “no existe azúcar bueno, lo único bueno es consumir poco azúcar”. El necesario, y no todos los días, con precaución. Es de Boticaria García en colaboración con Malas Madres.
¿El resultado? Una tarta dura por fuera pero con un corazón tierno y jugo por dentro. Puede parecer muy empalagosa y muy pesada, pero no lo es para nada. Es dulce en su justa medida y no es muy ligera debido a la gran humedad que retiene en su interior. Si fuese más seca la masa, sería más densa y por tanto, al masticar resulta más seca y cuesta más tragarla. Esta entra sola, tanto por los ojos como por el gaznate. Ya me contaréis qué tal ;).
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¡Qué aproveche!

BIBLIOGRAFÍA.
Esta tarta es una veganización de una receta de @leiregamboa. Os recomiendo que le echéis un ojo a su perfil, es un lujo para el paladar.
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